Los miembros comparten sus experiencias, fortalezas y esperanza en las reuniones que se realizan, las que pueden realizarse en forma presencial (generalmente en centros comunitarios y de tratamiento, iglesias o clubes) o en forma virtual, usando zoom.

Unirse es fácil, solo asiste a una reunión. No hay cuotas o mensualidades. El único requisito para ser miembros es que haya un problema de adicción en un pariente o amigo. Nunca nos afiliamos a ninguna organización externa a la confraternidad.

Si contesta SI a 4 o más de las preguntas Nar-Anon puede ayudarle con las respuestas que está buscando.

1 – ¿Se ha encontrado poniendo excusas, mentiras o encubriendo a su familiar?
2 – ¿Tiene razones para no confiar en su familiar o persona querida?
3 – ¿Le cuesta creer cada vez más las explicaciones de su familiar o persona querida?
4 – ¿Le cuesta dormirse o se queda despierto/a preocupado/a por lo que a su familiar o persona querida le pueda estar sucediendo?
5 – ¿Su familiar o persona querida no está cumpliendo con sus obligaciones, ausentándose a su lugar de estudio o trabajo sin que usted lo sepa?
6 – ¿Sus cuentas aumentaron o comienzan a faltar artículos en su hogar?
7 – ¿Le falta dinero misteriosamente?
8 – ¿Se preguntó usted que está mal y si es su culpa?
9 – ¿Lo que serían discusiones normales se tornan hostiles y violentas?
10 – ¿Se está privando de salir con excusas tontas?
11 – ¿Usted sigue tratando de controlar la situación y nada funciona?
12 – ¿Está cambiando el estilo de vida de su familiar o persona querida?
13 – ¿Al pensar con preocupación en su familiar o persona querida se le hace un nudo en el estómago?
14 – ¿Se irrita facilmente con su familiar o persona querida por causas de poca importancia?

1 – No trata de reclutar miembros, ni de persuadir a nadie para que se una a Nar-Anon.
2 – No mantiene archivos ni historiales clínicos.
3 – No forma parte de investigaciones ni las patrocina.
4 – No se une a «consejos» de agencias sociales, aunque los miembros, los grupos y las oficinas centrales cooperen con ellos.
5 – No trata de investigar ni controlar a sus miembros.
6 – No se hace diagnósticos ni pronósticos médicos y psicológicos.
7 – No proporciona servicios de desintoxicación ni de enfermería ni hospitalización, medicinas y tratamientos médicos o psiquiátricos.
8 – No ofrece servicios religiosos.
9 – No se mezcla en educación ni en propaganda acerca de la drogadicción.
10 – No proporciona vivienda, comida, ropa, trabajo, dinero, ni cualquier otro tipo de servicio social o de caridad.
11 – No proporciona asesoramiento profesional ni doméstico.
12 – No acepta dinero por sus servicios, ni contribuciones de fuentes ajenas a Nar-Anon.
13 – No proporciona cartas de recomendación a juntas de libertad condicional, abogados, oficina de la corte, agencias sociales, empresarios, etc.
NOTA: Un miembro de Nar-Anon puede hacer cualquiera de estas cosas de forma personal o privada, pero no en calidad de miembro de Nar-Anon. Un gran número de profesionales son también miembros de Nar-Anon. No obstante su trabajo profesional NO forma parte de Nar-Anon y como tal no se considera competente para realizar los servicios que han sido enumerados.

 En las reuniones de Nar-Anon, sólo habla una persona a la vez. Cualquiera puede expresar su opinión durante su compartir. No establecemos diálogos cruzados, debatimos o hacemos terapias. Tampoco comentamos, corregimos o juzgamos a los demás cuando comparten. Lo que es verdad para alguien podría no serlo para otros. Puedes elegir solo escuchar. No venimos a hablar de los problemas del adicto, sino a mantener el enfoque en nosotros mismos y en nuestra recuperación. Si tienes preguntas, puedes quedarte después de la reunión con otros miembros o puedes contactar a uno de los miembros del grupo.

Nar-Anon no es una confraternidad de profesionales. Compartimos nuestra experiencia, fortaleza y esperanza para resolver nuestros problemas comunes. Hemos aprendido a trabajar en no intervenir en el proceso de recuperación del adicto. Nar-Anon no reemplaza ni provee tratamiento profesional.

o cuesta nada. El precio para ingresar y poder permanecer en Nar-Anon, ya lo hemos pagado con el dolor que sufrimos mientras vivimos a ciegas con este problema que va más allá de nuestro control. El informar a otro y ayudarle a salir de esa situación es la manera en la que aportamos más a esta comunidad y a su vez nos aseguramos el bienestar personal ya que estaremos contribuyendo a la permanencia de los grupos. En las reuniones presenciales se pasa una canasta para auto sustentarnos de acuerdo a la séptima tradición. Existe una cuenta caja de ahorros en BROU, en la que se deposita lo que se recauda en las reuniones presenciales y en la que todos los miembros de la comunidad pueden realizar aportes voluntarios.

Es necesario contar con fondos para hacer frente a los gastos que de funcionamiento necesarios para hacer posible que el mensaje llegue a todo aquel que lo necesite: necesitamos colaborar con el/los locales donde se realizan las reuniones, tener una línea telefónica que oficia de línea de ayuda y contacto, luz, agua, adquisición de literatura, licencia de zoom para poder mantener reuniones virtuales, visitas al interior, participación en eventos de confraternidad, colaborar anualmente con la Organización Mundial,  en fin, gastos que son propios del funcionamiento autónomo de Nar-Anon.

Hemos aprendido que la adicción es una enfermedad y no un asunto moral. Es una enfermedad con dos facetas, una alergia física acompañada de una obsesión mental. Sólo la abstinencia completa del uso de drogas, bajo cualquiera de sus formas, puede detener esta enfermedad. Nosotros podemos evitar que el adicto use las drogas tanto como podemos detener la tos o evitar que estornude. Nadie, ni los médicos, ni los clérigos, ni la familia puede hacerlo por él o por ella. Hemos encontrado que el uso compulsivo de la droga no indica falta de afecto a la familia. No es un problema de amor, si lo es de enfermedad. El adicto ha perdido la capacidad de elegir, en materia de drogas. Aún cuando el sabe lo que sucederá cuando tome el primer trago, píldora, etc..él lo hará. Esto es la «insanidad» de lo que hablamos respecto a esa enfermedad. Cuando nosotros entendamos plenamente y aceptemos que la adicción es una enfermedad, tanto mental como física y que somos impotentes sobre ella estaremos listos para aprender una mejor forma de vida.